Los inicios del proyecto…
La idea de «cuentos para iluminar» nació en un cortijo almeriense. En este cortijo vivía un gallo real, el gallo Colón y un niño real, el pequeño Ían. Ambos me inspiraron y de ellos nació la idea.
Después de que Colón desapareciera y durante el embarazo de mi hijo, decidí crear la historia del gallo Colón, de ahí este cuento. Y del cuento, que fui compartiendo con familia, amigos y compañeros y compañeras de profesión, la idea de elaborar un maletín de materiales que nos permitiera trabajar con cualquier alumno. Elaborar un material inclusivo era mi objetivo principal.
Con mi locura arrastré a distintas personas, increíblemente artísticas y buenos profesionales.
Quisiera nombrar y agradecer de forma muy especial toda su dedicación a tres personas que de forma altruista han colaborado conmigo iniciando el proyecto. Mi querido Juan Antonio Gilabert García, creador de la web «cuentos para iluminar» y apoyo incondicional a todas mis locuras. La maravillosa artista plástica Rocío Gilabert García, que nos ha regalado el logotipo que abandera nuestra marca y a la creativa e imaginativa Ester Sánchez Dominguez, licenciada en bellas artes, creadora de las preciosas ilustraciones de la novela.
Después de escribir el primer borrador del libro conocí a Mónica Martínez de Luque, maestra de audición y lenguaje y especialista en lengua de signos. Con su gran vitalidad e imaginación me abrió las puertas a un mundo nuevo y desconocido para mí: el kamishibai. Con este magnífico material comenzamos a trabajar en nuestro cole. Descubrimos un recurso que encantó a todos los niños y niñas y a través del cual aprendían más rápido y de una forma creativa, lúdica y original. Colabora en la adaptación del material para alumnos con necesidades especiales y en la creación de actividades para la guía didáctica.
Poco después descubrí los proyectos de elaboración de material curricular que la Junta de Andalucía ofrece para los docentes y centros. Y ahí renació de nuevo el proyecto al que se sumaron un grupo de maestros y profesores magníficos.
En primer lugar el profesor de plástica, Tomás Martos Molina. Con su gran creatividad y talento ha sabido plasmar perfectamente en sus maravillosas ilustraciones la esencia del kamishibai y ha entendido a la perfección los textos. Crea un trabajo impecable en el que juega con las texturas materiales combinando distintas técnicas plásticas.
Ana Sola Palma, profesora de Lengua Castellana y Literatura. Incansable trabajadora, corrige con lupa cada texto para que quede perfecto.
Conrado Gandía Penades, profesor de historia. Inquieto, creativo y original… su dominio de las cámaras y medios audiovisuales crearán los sonidos que darán vida al ambiente del kamishibai.
Isabel Caparrós Cervantes, Virginie Nathalie Huyghe y Lali Pérez Alarcón, magníficas profesoras de francés y de inglés, traducirán lo textos a estos idiomas y crearán actividades que nos permitan trabajar el libro desde su área curricular colaborando también en la construcción de la guía didáctica.
Víctor Manuel Valera, maestro de música, compositor e instrumentista, será el creador de la mágica melodía del gallo Colón.
Ricardo Rodríguez Sánchez , profesor de tecnología, con su concienzudo trabajo creará el mágico kamishibai original con el que podremos pedalear a cualquier lugar contando miles de historias.
Y por último, la que escribe, Sara de la Fuente Dominguez. Aficionada a la escritura y amante de la literatura infantil. Maestra de educación especial y licenciada en pedagogía. Coordinadora del proyecto y «madre» de Colón.
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